sábado, 7 de marzo de 2015

El piano



A pesar de que un velero sea un instrumento de viento, el control de las maniobras para trimar las velas y hacer que avance se hace con cuerdas, o mejor  dicho en el mundo marinero, con cabos. Para controlar todas las velas que usa un IMOCA 60, se utilizan miles de metros de cabos, que recorren la cubierta de popa hasta proa. Porque este conjunto de cabos no se convierta en un gran lío, hay que establecer un orden en la cubierta, y más todavía en una regata con tripulación reducida como la Barcelona World Race, en la que la seguridad es primordial y hay que reducir riesgos innecesarios. En las embarcaciones de uno o dos navegantes, toda la jarcia de trabajo se reenvia hacia una o dos zonas, situadas en la bañera, desde donde se puede gobernar toda la maniobra sin necesidad de desplazarse. Esta zona donde llegan todos los cabos se conoce como piano.
Se le denomina piano porque realmente recuerda al instrumento, formado por un conjunto de “cuerdas” y unos elementos que se denominan “stoppers” que se asimilan a las teclas. Los “stoppers” son unas piezas que sirven para  pinzar los cabos y dejarlos fijados. Además de estos elementos que facilitan las maniobras, también existen otras: molinillo, poleas, polipastos,  mordazas, cornamusas, etc. A todo este conjunto de tecnología de cubierta se la conoce con la palabra francesa “accasstillage”, adaptada como “acastillaje”.



El piano


Materiales de los cabos


El material con que están hechos los cabos puede ser muy variado: desde el cáñamo, el sisal o el algodón a la cabuyería de fibra sintética. Este último es más resistente, no se pudre y envejece poco, pero tiene algunas desventajas: resbala más y pierde resistencia con el calor, el rozamiento y los rayos ultravioletas.


La cabuyería que se utiliza en los IMOCA 60 es de fibras sintéticas, hecho que permite mejorar su fuerza y elasticidad en su proceso de producción. Los materiales con que se fabrican los cabos han ido evolucionando para hacerlos más ligeros y resistentes, pero las fibras más comunes en las embarcaciones de alta competición son el Dyneema y el PBO.
  • Dyneema/Spectra: fibra de polietileno que ofrece la máxima resistencia combinada con el mínimo peso. Es hasta 15 veces más fuerte que el acero de calidad y hasta un 40% más fuerte que las fibras de aramida. Este material es extremadamente duradero y resistente a la humedad y la luz UV, y flota si cae al agua.
  • Fibras de PBO: son una nueva generación de fibras de elevado rendimiento más resistentes que el acero pero poco resistentes a los UV.
  • Aramida: más conocido como Kevlar, es una fibra derivada del nilón pero más resistente a la tracción y al estiramiento que éste. Casi siempre viene forrado en poliéster para evitar la pérdida de resistencia por la acción del solo.
Los cabos que se encuentran en la cubierta y que están en contacto con el aire están hechos de fibras de Dyneemaâ y una funda de Kevlarâ o Spectraâ que protege el alma de las fricciones. Pero para reducir el peso a bordo, aspecto clave en el diseño de los IMOCA 60, los cabos que se encuentran en el interior del palo no traen funda de protección.


La vida útil de la cabuyería es variable, en función del uso, las condiciones y la tensión a la que haya sido expuesto el material. Aproximadamente es de un año. La cabuyería que todavía está en buen estado pero que ha perdido la calidad necesaria para navegar a un determinado nivel se puede reutilizar por otras funciones dentro de la misma embarcación o bien se puede ceder a otras embarcaciones menos competitivas para que le den un determinado uso.

Materiales de los cabos

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